Queremos Paz y no Violencia, Trabajo y no Paralización

Por Luis Alejandro Vásquez Reina (contacto@luisalejandrovasquezreina.com)

“El diálogo no impone, propone; no humilla, convence.”

Juan Pablo II.

Hace pocos días escuchábamos en varios espacios y medios de comunicación cómo el señor Marlon Vargas, como dirigente de la CONAIE, manifestaba lo siguiente: «Ahora, si el Gobierno no hace caso, creo que vamos a estar convencidos de tomarnos Quito, Luz de América, compañeros. Ya no podemos seguir aguantando. Ya no podemos estar soportando».

Han transcurrido dieciséis días desde que empezó el paro con la justificación de la eliminación del subsidio al diésel mediante el Decreto Ejecutivo Nro. 126. Sin embargo, este ha dejado de ser el tema principal de la denominada protesta social. Vemos que la provincia de Imbabura se encuentra sitiada y cerrada por quienes se atribuyen ser dueños de toda verdad, lo cual se sale de la lógica común.

Han existido múltiples intentos para generar espacios de diálogo, pero la consigna de los dirigentes es llegar a Quito a generar caos y disturbios, tal y como sucedió en 2019 y 2022. La consigna de la CONAIE ha sido la siguiente: «La resistencia sigue firme, defendiendo la vida y los derechos colectivos frente al Decreto 126».

A lo ya expuesto, se suma que estos dirigentes, en lugar de buscar la paz, no se conforman solo con el paro que ha generado violencia y que deslegitimó la protesta social, sino que ahora quieren realizar propaganda por el NO en la Consulta Popular, lo que expone una clara doble moral.

Es indignante que cierto cabecilla de la protesta condicione al Gobierno a someterse a lo que él exige, pues, caso contrario, tomaría acciones para derrocar al presidente, recordando caídas de expresidentes de la República del Ecuador. Es reprochable el daño que estas personas han hecho al resto de la población por tener una visión cegada por intereses políticos.

Hace muchos años, veíamos cómo la Función Legislativa era el espacio para que ciertos líderes de oposición quisieran aprovecharse de la coyuntura, pero eso ha cambiado. Ya no pueden hacer leña del árbol caído; la estructura de la Asamblea Nacional en este momento no les permite ceder a sus caprichos ni imposiciones.

Existe un número reducido de Asambleístas que representan al Movimiento Indígena Pachakutik, y el señor Leonidas Iza , en las últimas elecciones, tuvo un resultado ínfimo de aproximadamente el 5.25%. Decir ahora que representan a todo el pueblo ecuatoriano resulta irónico, porque los resultados electorales de 2025 nos dieron otra realidad a la que ahora ciertos actores quieren entrar a ser autoridades por las ventanas cuando deberían hacerlo por las puertas.

Hemos visto que la protesta social sí se ha deslegitimado y ahora se trata de buscar el discurso de la persecución cuando ciertos líderes no han sido tales, sino cómplices de políticos que buscan desestabilizar al gobierno de turno.

En estos días, hemos presenciado una serie de delitos cometidos que deben ser investigados, como instigación, lesiones, daño al bien ajeno e incluso, en el actual período electoral por el Referéndum y la Consulta Popular, habría que analizar el delito de rebelión.

La Fiscalía tendrá que investigar. No es responsable hacer juicios de valor ni tampoco generalizar que todos han cometido el delito de terrorismo, pues esto se deberá afirmar por las autoridades competentes y no conllevar a ciertos términos de forma antojadiza. Podrán existir personas a las que sí se les podrá formular cargos por este tipo penal en específico, pero una vez que el Fiscal asignado reúna los elementos de convicción.

Lo que sí debemos tener en claro es que si se van a denunciar estas conductas, no se debe caer en el show político que no suma, dado que existe la posibilidad de que se pierdan ciertos indicios. ¿Con qué lógica sería aceptable avisar que se llevará a cabo el allanamiento cuando la persona va a tratar de cambiar la realidad para lograr la impunidad?

En este momento, estamos viendo las innumerables consecuencias de este paro convocado por la CONAIE, entre ellas están: agresiones entre personas que piensan de forma diferente, un fallecido, varios militares secuestrados, daño al bien ajeno, paralización del servicio público e incluso muchas pérdidas económicas en el sector comercial, turístico y profesional, al no tener las vías habilitadas y contar con un ambiente de incertidumbre sobre lo que pasará al día siguiente.

Dentro de los últimos acontecimientos está agredir la caravana en la que se trasladaba el presidente de la República del Ecuador en el sector de Tambo, esto es reprochable y nos debe indignar como ecuatorianos por el nivel de violencia que se está ejerciendo por parte de los manifestantes quienes ahora ya están intentando atentar contra la vida del primer mandatario.

La sociedad se encuentra polarizada. El paro ha generado una división entre los que están a favor y en contra, debido a la cantidad de insultos, agresiones, discursos racistas, entre otros factores que atacan al tejido social. Además, es necesario señalar que la ciudadanía tiene un desgaste e incertidumbre, no sabe cómo pagará las deudas y se pondrá al día en sus negocios luego de esta paralización que afecta la economía de nuestro país.

¿Cómo vamos a poder salir de esto? Es la pregunta que deberíamos formularnos cuando en el país los valores se pierden cada vez más y solo vemos que los intereses políticos de ciertos actores quieren paralizar a un país, conspirar contra un gobierno e incluso intentar atentar contra la seguridad del Estado.

Esto es totalmente preocupante y debemos buscar una salida con el diálogo como canal para la resolución de conflictos. Es importante que las comunidades se den cuenta de quién las está representando y cuál es el objetivo principal que ya han anunciado, enardecidos de coraje y capricho.

Nadie está por encima de la Constitución y de la ley. Se debe sancionar a los responsables del caos de nuestro país.


1 comentario en “Queremos Paz y no Violencia, Trabajo y no Paralización”

  1. Buenas tardes estimado Luchito, concuerdo con su pensamiento, por diversidad de criterios de ciertos sectores y en particular del indígena para con el gobierno de turno no es justo que el país y en especial nuestra provincia de Imbabura se vea afectada en todo orden; pues en estos 16 días de paro nacional no ha existido de ninguna de las dos partes y desde mi apreciación instancias de posibles diálogos para buscar una solución definitiva y q todo vuelva a la normalidad

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